Trucos de magia en la escuela

Leo Kálnay - EL BLOG DE RUSKUS

He comprobado muchas veces que los trucos de magia encantan a los niños. Esto hace que la magia sea una actividad perfecta para entretener a los más pequeños, y por eso los magos trabajan mucho en els sector de las fiestas infantiles.

Sin embargo, lo que quizás no es tan evidente es que la magia también es un recurso maravilloso para enseñar.

Por eso siempre añado la magia a mis espectáculos educativos.

Algunos trucos de magia son realmente difíciles y requieren mucha práctica, y la verdad es que no están al alcance de todo el mundo.

Por suerte hay muchos otros trucos que también son sorprendentes y que, al mismo tiempo, son bastante sencillos de ejecutar y están al alcance de cualquier persona con el deseo de aprenderlos.

Si eres maestro o algún otro tipo de educador, ¿por qué no consideras la posibilidad de incorporar de vez en cuando la magia en tu trabajo? Romperás con la rutina de cada día, los niños te lo agradecerán muchísimo y tú mismo tendrás una gran satisfacción.

Y no menos importante: además de entretenerlos también los estarás educando.

Cómo transformar trucos de magia en herramientas educativas

El sistema es muy sencillo.

Lo primero que tienes que hacer es seleccionar un truco de magia que te guste, o al menos que te llame la atención.

Si no conoces ninguno, en internet puedes encontrar un montón. Puedes buscar, por ejemplo, “trucos de magia sencillos” en Google.

Cuando te hayas decidido por un truco de magia en concreto, intenta imaginar cómo podrías modificar la presentación original del truco para añadirle el concepto educativo que quieres trabajar.

Ensáyalo bien antes de presentarlo… ¡y ya estarás preparado para dar tus alumnos una sorpresa maravillosa!

Para hacerlo más claro te pondré un ejemplo de mi experiencia.

Te explicaré primero el truco original, y luego cómo lo modifiqué para añadirle un mensaje educativo.

IMPORTANTE

La magia se basa en el misterio y en el secreto. Todos los trucos de magia tienen su secreto. Aunque hayas encontrado la explicación en internet o en un libro, ahora es tu deber guardar este secreto celosamente y no revelárselo a nadie.

El truco original

El truco original era así:

“El mago enseña un voluminoso dado de madera, y junto a él coloca un sombrero vacío. Después tapa el dado con una cajita. Al cabo de un rato, el mago levanta la cajita y muestra que el dado ya no está ahí: ¡el dado ha viajado mágicamente hasta el sombrero!”

Es un efecto mágico vistoso e impresionante. De hecho es un clásico de la magia del cual hay varias versiones, y que siempre deja a los niños boquiabiertos.

¿Cómo puede ser que un dado viaje de forma invisible de un lugar a otro? ¡Es incomprensible!

Sin embargo, este truco de magia es relativamente fácil de hacer. Basta con ensayarlo bien para hacer los movimientos con seguridad.

Este truco siempre me había llamado la atención, así que un día fui al Rei de la Màgia y me lo compré.

Trucos de magia transformados en herramientas educativas
La única modificación física que tuve que hacer al truco fue dibujar unos coches en las caras del dado.

Sin embargo, cuando tuve el dado mágico en casa me pareció que no encajaba bien con mi estilo.

Así que durante un tiempo tuve al dado mágico cogiendo polvo en un estante, sin saber qué hacer con él y sin sacarle ningún provecho.

Hasta que un día, cuando estaba creando mi espectáculo de educación vial, me estrujaba la cabeza intentando encontrar una manera de enseñar a los niños el riesgo de cruzar la calle sin mirar bien a ambos lados.

Entonces recordé mi desaprovechado dado mágico, y se me ocurrió que tal vez lo podía transformar de alguna manera para adaptarlo al mensaje educativo que quería transmitir.

Te cuento a continuación cómo quedó el truco con la presentación original modificada y con el mensaje educativo añadido.

El truco de magia con el mensaje educativo añadido

Muestro a los niños un gran dado con coches dibujados, y les digo que el dado representa los coches que hay en la calle.

Les enseño también una cajita vacía del tamaño del dado, y un sombrero de copa también vacío. Dejo la cajita y el sombrero en los extremos opuestos de la mesa.

Explico a los niños que los coches (representados por el dado) pueden venir de un lado de la calle (representado por la cajita), o bien del otro lado de la calle (representado por el sombrero).

La mesa representa la calle que debemos cruzar.

Entonces les digo el mensaje educativo que quiero reafirmar con este truco:

“Es muy importante que nos fijemos bien de qué lado vienen los coches antes de cruzar la calle, porque nuestros ojos nos pueden engañar.”

Ejemplo práctico de un truco de magia al servicio de la enseñanza
“¿Dónde está el dado? ¿Debajo de la cajita azul o dentro del sombrero?”

Y para demostrarles que nuestros ojos a veces nos engañan, voy metiendo el dado alternadamente en la cajita y en el sombrero, y cada vez pregunto a los niños “¿de qué lado vienen ahora los coches?”.

Los niños, sin equivocarse, van indicando con seguridad cuándo el dado está en la cajita, y cuándo está en el sombrero.

Esto hace que los niños se confíen, exactamente como cuando cruzan la calle sin prestar atención y confiados en que no viene ningún coche.

Finalmente, pongo claramente el dado bajo la cajita. Los niños están convencidísimos de que los coches vendrán del lado representado por la cajita, como siempre…

Pero resulta que esta vez no es así.

Para sorpresa de los niños, muestro que la cajita está vacía. Lentamente saco el dado del sombrero.

Los coches venían del otro lado: ¡hubiéramos tenido un accidente!

Esto les impacta mucho, y suelen exclamar: “¡es magia!”. Entonces les digo que no, que no es magia, sino que “a veces nuestros ojos nos pueden…” y ellos completan la frase: “…¡engañar!”.

“¡Eso es! Por este motivo es tan importante que, antes de cruzar la calle, nos fijemos muy bien en que no venga ningún coche de este lado, ni tampoco…” y ellos terminan: “…¡del otro lado!”.

De esta manera tan sencilla puedes añadir un mensaje educativo a los trucos de magia que más te gusten.